Sendero Luminoso, tenía como discurso para
su revolución la igualdad de todos los peruanos. Todo empezó en la Universidad
Nacional de Huamanga donde Abimael Guzmán, siento docente de dicha institución,
fomentada el terror a todos sus alumnos y les creaba la misma ideología.
Sin embargo, en 1983, la escalada
terrorista era más que evidente. Ante este avance, el gobierno delegó a las
Fuerzas Armadas el control político y militar de los departamentos afectados,
asignándoles funciones propias de los poderes del Estado y de las autoridades
civiles democráticamente elegidas.
La intervención de las fuerzas
militares en el gobierno peruano, no hicieron que las acciones de Sendero
Luminoso dieran paso atrás y más bien elevaron el nivel de crueldad en las
zonas del sur: empezaron a matar cruelmente a sus víctimas. Se empezaron a
formas las rondas campesinas, que eran grupos de personas en contra de Sendero
Luminoso. Las rondas tuvieron un inicio exitoso. En enero de 1983 mataron
a 13 senderistas; en marzo, las
rondas mataron brutalmente a Olegario Vuritumay, que era uno de los comandantes
en Lucanamarca.
En 1984, aparece en la escena nacional
el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que contribuyó a acrecentar la
ya desbordante violencia política en el Perú. En 1984, es el año con mayor cantidad de muertos por el
conflicto. En la selva, el dinero que movía el narcotráfico, fue el impulso que
requería Sendero Luminoso. Se inicia así la relación de ‘cuerpo de seguridad’
del terrorismo para la mafia de la droga. En este contexto, la población civil
de las zonas rurales fue la más afectada por los enfrentamientos entre las
Fuerzas Armadas y los grupos terroristas.
En julio de 1985,
asumió el cargo de la presidencia de la república Alan García Pérez, y el
grupo terrorista MRTA le dio un año de "tregua", en el que
organizaron cuadros guerrilleros el departamento del Cusco donde fue
desarticulado por las Fuerzas del Orden a mediados de 1986.
La quema de once ánforas electorales en
la localidad ayacuchana de Chuschi el 17 de mayo de 1980 significó el comienzo
de las acciones del grupo terrorista. Inicialmente, el recién elegido
presidente Fernando Belaúnde Terry sindicó como autores de estos hechos a
abigeos de la zona y ese acto tuvo poca importancia en la prensa peruana.
Sin embargo, en 1983, la escalada
terrorista era más que evidente. Ante este avance, el gobierno delegó a las
Fuerzas Armadas el control político y militar de los departamentos afectados,
asignándoles funciones propias de los poderes del Estado y de las autoridades
civiles democráticamente elegidas.
La intervención de las fuerzas
militares en el gobierno peruano, no hicieron que las acciones de Sendero
Luminoso dieran paso atrás y más bien elevaron el nivel de crueldad en las
zonas del sur: empezaron a matar cruelmente a sus víctimas. Se empezaron a
formas las rondas campesinas, que eran grupos de personas en contra de Sendero
Luminoso. Las rondas tuvieron un inicio exitoso. En enero de 1983 mataron
a 13 senderistas; en marzo, las
rondas mataron brutalmente a Olegario Vuritumay, que era uno de los comandantes
en Lucanamarca.
En 1984, aparece en la escena nacional
el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que contribuyó a acrecentar la
ya desbordante violencia política en el Perú. En 1984, es el año con mayor cantidad de muertos por el
conflicto. En la selva, el dinero que movía el narcotráfico, fue el impulso que
requería Sendero Luminoso. Se inicia así la relación de ‘cuerpo de seguridad’
del terrorismo para la mafia de la droga. En este contexto, la población civil
de las zonas rurales fue la más afectada por los enfrentamientos entre las
Fuerzas Armadas y los grupos terroristas.
En julio de 1985,
asumió el cargo de la presidencia de la república Alan García Pérez, y el
grupo terrorista MRTA le dio un año de "tregua", en el que
organizaron cuadros guerrilleros el departamento del Cusco donde fue
desarticulado por las Fuerzas del Orden a mediados de 1986.
